RECOMENDACIONES Y HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES EN PATOLOGÍA VENOSA

En la consulta del cirujano vascular es muy frecuente que se le planteen preguntas como: ¿es posible mejorar la circulación de mis piernas?, ¿pueden mejorar mis varices por cambiar de hábitos de vida?,  una vez quitadas ¿vuelven a aparecer?, ¿cómo puedo evitar que esto suceda…?

Las varices, no sólo provocan problemas propios de la insuficiencia venosa, también condicionan un importante problema estético y pueden incluso afectar a la autoestima de quien las padece. Cualquier tipo de varices, desde las pequeñas arañas vasculares hasta las grandes tronculares, provocan cierto malestar visual al verlas cada día frente al espejo.

Una vez que aparecen, es frecuente pensar que no existe más opción ni remedio que acostumbrarse a sufrirlas y que son el principio de muchas otras que llegarán después. Nada más lejos de la realidad. Actualmente, es posible frenar su aparición y mantener, tras el tratamiento, unas piernas bonitas y limpias de varices mediante una serie de sencillos consejos y hábitos de vida saludables.

Use medias de compresión.

Es el pilar fundamental y la clave de la terapia venosa. Gracias a ellas conseguiremos mejorar y ayudar al retorno venoso de nuestras piernas. Al principio cuesta utilizarlas y se hacen incómodas, pero cuando se mantiene su uso son muy agradecidas. Las piernas descansan, la pesadez desaparece y lo que es más importante, evitamos nuevas varices. Las podemos encontrar en la mayoría de las farmacias y ortopedias. Independientemente de precios y marcas, lo ideal es buscar las medias que mejor encajen y que le sean cómodas, no tienen porque ser de la compresión más fuerte. Lo importante es que su uso se convierta en rutina.

Practique ejercicio.

Pieza clave de estos consejos. El movimiento muscular estimula la circulación venosa. Con el ejercicio mantenemos a pleno rendimiento la bomba muscular que ayuda a las venas a realizar de forma eficaz su misión de llevar sangre al corazón. Evitaremos el sobrepeso y nos mantendremos en forma, hay que recordar que tonificar los músculos es tonificar las venas. Muévase.

Dieta saludable venosa.

Una dieta sana y equilibrada, especialmente rica en frutas y verduras, puede contribuir a la prevención de enfermedades venosas. Los hábitos alimenticios saludables favorecen la regularidad intestinal, evitando el estreñimiento que puede predisponer la aparición de varices.

Evite el sobrepeso.

Hay que evitar el exceso de peso. Incluso unos pocos kilos de más aumentan la resistencia que tienen que vencer las venas y la presión en las piernas. También se debe controlar el consumo de sal, picantes o cafeína y obtener suficiente fibra todos los días. Las piernas pueden hincharse debido a la retención de agua y el estreñimiento.

Medidas posturales.

Hay que procurar evitar los periodos largos de inactividad de pie o sentado. Esto es especialmente importante en determinadas profesiones (peluqueros, camareros, auxiliares de vuelo, cirujanos, tenderos, oficinistas…) que deben ser los más estrictos en el uso de las medias de compresión.
No se siente con las piernas cruzadas, puede disminuir o interrumpir la circulación venosa en áreas de presión.
Procure descansar con las piernas en alto varios minutos al día. Por la noche, al acostarse coloque alzas en los pies de la cama o un par de almohadas debajo de sus piernas para elevarlas por encima del nivel del corazón.

Ropa y calzado.

Es importante usar zapatos cómodos sin mucho tacón, pero tampoco abusar de zapatos planos o bailarinas. La altura correcta del zapato favorece el trabajo de los músculos de la pantorrilla y mejora el flujo venoso. La ropa debe ser cómoda, evitando pantalones muy ajustados o de compresión variable.

El sol y el calor.

Es muy importante no hacer abuso del sol. En exceso, provoca daños sobre la piel y además favorece la aparición de pequeñas varices y arañas vasculares. Lo mismo se puede decir de las cabinas de rayos UV y del exceso de calor que provocan las saunas o aguas termales a gran temperatura. Es sabido que en climas cálidos y en el sur la gente padece problemas venosos con más frecuencia. El exceso de calor en las piernas favorece la dilatación venosa por lo que son recomendables las duchas de agua fría durante algunos segundos para aumentar su tono venoso.

El tabaco.

Nada recomendable para el funcionamiento venoso de nuestras piernas y perjudicial para la salud en general. Es nocivo y oxida el endotelio de las venas, desgastándolas y volviéndolas varicosas.

Además de todas estas recomendaciones es importante comprender que estamos ante un problema que exige un estudio individual y personalizado. Deberemos buscar posibles soluciones y recomendaciones para cada paciente en concreto. En cualquier caso, gracias a las modernas técnicas existentes hoy en el mercado es posible eliminar las varices sean cuales sean sus dimensiones o extensión. El mejor consejo se lo dará en persona su cirujano vascular, al que deberá acudir para consultar la dolencia y con el que decidirá el mejor tratamiento posible.  

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